lunes, 30 de mayo de 2011

TERREMOTOS Y TSUNAMIS.

Cuando dos de las placas de la tierra se separan y una de ellas se superpone a la otra, se produce un terremoto, que no es otra cosa que el movimiento que se dá en el centro de la tierra cuando la corteza terrestre se reacomoda, luego del choque de esas placas.
Diariamente en el mundo se registran una cantidad considerable de terremotos, los cuales en su mayoría son de poca magnitud; sólo dos o tres veces al año se producen seísmos con consecuencias impredecibles.El año pasado, el 27 de febrero,Chile se vio afectado por un seísmo de 8,8° Mw, y  el 11 de marzo, le ha tocado a Japón padecer uno de 9° de magnitud.
Japón es un país acostumbrado a sufrir los desgastes de la naturaleza.. Debido a esto las obras en este país se realizan a conciencia, los edificios poseen la particularidad de poder bambolearse con los movimientos a fin de no caer desplomados; sin embargo a veces la naturaleza no tiene piedad y por eso las consecuencias del último terremoto que ha afectado al país nipón son tan alarmantes.
La razón por la cual Japón vive al filo del peligro y siempre temiendo los seísmos sin poder hacer nada por huir de estos hechos muchas veces impredecibles, es su ubicación.
Japón está situado en una zona límite entre dos placas, la oceánica y la euroasiática cuando una se superpone sobre la otra la corteza terrestre se deforma, sede y se produce la ruptura.
Los peores terremotos son aquellos que tienen su epicentro en el mar y dan lugar a un tsunami.
 Las consecuencias de un tsunami suelen ser mucho más severas que la de los terremotos.
El tsunami comienza con una ola que tiene una velocidad normal pero a medida que va desplazándose en una determinada dirección, va aumentando su velocidad; cuando se acerca a las costas su velocidad disminuye y aumenta su amplitud y eso es lo que le permite penetrar en la tierra y comérsela; la velocidad máxima que puede adquirir una ola ronda de los 400 a los 500 km por hora.

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