Algunos de los efectos del cambio climático (debidos a la gran cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero generadas en los últimos 150 años) ya se pueden sentir, y otros surgirán si el hombre no toma medidas urgentes para reducirlas drásticamente.
Entre ellos está la desertificación, un proceso por el cual los bosques y florestas podrían transformarse, con el transcurso de un cierto tiempo, en zonas áridas. La Floresta Amazónica, por ejemplo, podría convertirse en una savana.
El derretimiento de los glaciares es un fenómeno que ya está provocando serias consecuencias en la biodiversidad de las regiones polares. Además, a medida que se derrita el agua aumentará el nivel de los océanos, lo cual afectará notoriamente la vida de los seres vivos, y también puede hacer desaparecer algunas ciudades costeras.
Esta catástrofe también afectará la cima de las montañas: si el hielo de la cima de una montaña se derrite, se alterarán los ciclos de vida de la fauna y flora de ese ecosistema y podrán extinguirse algunas especies.
El calentamiento global provocará migraciones en masa: los problemas climáticos de algunas áreas del planeta propiciará la migración de un gran número de personas hacia otras regiones de condiciones más favorables.
Además, se acusa al calentamiento global de provocar problemas agrícolas, lo cual podría reducir la producción de alimentos y dar lugar a una mayor escasez de comida; epidemias, porque con más calor aumentará el número de insectos transmisores de enfermedades; y más desastres naturales, como huracanes, tornados y tormentas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario